Reabre el Museo Entomológico de Vicuña con diversas medidas sanitarias

Ayer jueves reabrió sus puertas al público el conocido Museo Entomológico e Historia Natural de Vicuña, tras permanecer cerrado por la pandemia durante casi ocho meses. Este importante centro de atracción turística está ubicado frente a la Plaza Gabriela Mistral, en calle Chacabuco, y desde ayer permanecerá abierto a los turistas y elquinos sólo los días jueves, viernes, sábados y domingos en el siguiente horario: 10:30 a 13:30 horas y de 16:00 a 19:00 horas. Obviamente que se aplicará en forma estricta el protocolo sanitario para este tipo de recintos, como el uso obligatorio de mascarillas, aplicación de alcohol gel en las manos y desinfección del calzado al ingresar, distanciamiento físico de un metro y medio en el interior y un aforo máximo de 15 personas. Además, se instaló un sistema que permite mantener el aire circulante en el lugar.

Este museo cerró sus puertas el 15 de marzo para sumarse a la campaña de protección de la comuna mediante la no atención de turistas en todos los locales afines a este rubro. Hace una semana tuvo su marcha blanca, el 1º de noviembre, pero ahora se tomó la decisión de abrirlo por cuatro días a la semana y desde la tercera semana de noviembre se pretende volver al horario normal que es de lunes a domingo. Los valores se mantienen en $600 para los adultos y $300 para los niños menores de 14 años.

“Durante estos casi ocho meses nos dedicamos a reparar material y a la mantención del museo; además se planificaron futuros montajes para poner en valor el museo. También entregamos material entomológico a instituciones y expertos para sus respectivas investigaciones. Estamos trabajando en un montaje sobre el origen de la vida en el universo en que se combinan la biologia, la evolucion y la astronomcia; pero aún no tenemos la fecha para ejecutarla”, explica Guido Castillo Iglesias, creador y director del museo. Agregó que durante la pandemia se descubrieron algunas especies nuevas que están en estudio.

Por otro lado, y como le sucedió a todo el mundo, el experto en entomología confiesa que los casi ocho meses de cierre del museo, fue un tiempo muy difícil en lo económico debido a la falta de ingresos, pero logró sobrevivir gracias a unos pequeños ahorros, a los trabajos encomendados por instituciones y a su criadero de aves. “Lo importante es que estamos de vuelta y con todas las ganas de seguir aportando a la ciencia, el turismo y la educación”, subraya.